Heitor Villa-Lobos y la música del trabajo.
Normalmente cuando nos imaginamos a un compositor de música clásica nos vienen a la mente los estereotipos de personas refinadas, muy serias y cuidadosas, pero hoy quiero hablar del caso de Heitor Villa-Lobos, compositor brasileño, gran representante del nacionalismo en su país, quien nunca supo su fecha de nacimiento precisa y mucho menos llevó un archivo o un orden cronológico de su obra musical. Al parecer él componía y componía sin reparar en formalidades, las que sí tuvieron que considerar quienes se dieron a la tarea de recolectar y ordenar su obra, recopilando un aproximado de setecientas composiciones académicas y alrededor de dos mil partituras publicadas en su juventud, métodos de enseñanza, bosquejos, entre otros, que a pesar del desparpajo, forman parte de un gran hito en la historia de la música en Latinoamérica y el mundo.
Heitor Villa-Lobos nació en Río de Janeiro el 5 de Marzo de 1887, apenas un año antes de que la Ley Áurea, promulgada el 13 de mayo de 1888 que buscara poner fin a la esclavitud en Brasil, siendo el último país en Latinoamérica en abolirla, pues le habían precedido dos leyes que simulaban la liberación de la mano de obra esclava pero, resultaban un engaño. Éstas fueron: la ley de vientre libre que afirmaba que los hijos de esclavas con hasta ocho años incompletos, eran propiedad de los dueños de las madres y llegando a los ocho años tenían la opción de liberarlos tras recibir una indemnización por parte del estado o aprovecharse de los servicios de éstos hasta cumplir la mayoría de edad (21 años). Y la ley de sexagenarios, que estipulaba que todo esclavo con más de 65 años sería considerado libre, siempre y cuando sus dueños estuvieran de acuerdo y el estado los indemnizaba desde 200$000 a 900$00 reales por esclavo varón. Las mujeres esclavas eran consideradas 25% menos valiosas.
Los padres de Heitor fueron Noêmia y Raúl Villa-Lobos (sí, antes era muy difícil saber el apellido de nacimiento de las mujeres casadas, ¿qué pesado, no?) quienes con frecuencia tenían tertulias musicales los sábados por la noche y su hijo se vio tan influenciado, que tomó el camino de la música como profesión y estudió en el Instituto Nacional de Música. Afirmaba detestar la escuela, se dio entonces a la tarea de viajar por todo su país, persiguiendo y descubriendo el folclór, nuevas sonoridades y música distinta a la que estaba acostumbrado a estudiar y escuchar. Sus investigaciones de la música folclórica brasileña, además de influenciar notablemente su estilo de composición, se convirtieron en un sólido pilar precursor del nacionalismo musical que se desarrollaría por todo el continente Americano.
Con su particular manera de componer, Villa- Lobos logra ilustrar el día a día del pueblo brasileño, como muestra de ello, su pieza “As Costureiras” (Las costureras) para ensamble femenino; pinta de manera espléndida la vida de estas trabajadoras que se desarrolla entre llantos y alegrías, pero mostrando también de manera estética y sutil la realidad de la mano de obra en la industria textil en Brasil, encabezada fundamentalmente por mujeres. La mayoría de ellas trabajan en condiciones análogas a la esclavitud, eufemismo utilizado para la esclavitud moderna y que lamentablemente, a pesar de la luminosidad y esperanza que representaba la ley áurea para el pueblo brasileño, aún no es una realidad para muchos hoy en día.
En el Ensamble femenino Solo 4, además de compartir la música de grandes compositores y compositoras, queremos darle voz a quienes actualmente por inverosímil que parezca, aún no pueden ser escuchadas, como aquellas costureras que cosen y cosen y cosen dentro de un taller donde la única luz que resplandece, es la de sus grandes corazones y sus esperanzas por una vida mejor.
Araceli Pérez Martínez. 10 de Febrero del 2020