Clément Janequín (1485-1558), fue un músico del renacimiento francés que se distinguió por sus composiciones poco comunes para la época,  ya que sus temas principales no eran textos eclesiásticos sino escenarios de la vida cotidiana. Clément era un compositor bastante inusual, pues nunca tuvo un puesto regular en ninguna catedral o corte, trabajaba de” freelance”, como se le llama ahora, o trabajador independiente. En algunas temporadas trabajó de cantor y compositor ordinario en algunas capillas, fue maestro de canto, siempre de manera eventual.

Pocos compositores del Renacimiento fueron tan populares durante sus vidas como lo fue Janequin. Sus chansons eran muy apreciadas y cantadas, pues la mayoría de ellas fueron llevadas al papel por un impresor parisino llamado Pierre Attaingnant que imprimió cinco volúmenes de sus obras. Le encantaba el uso de recursos onomatopéyicos y lo hacía de manera magistral; dos ejemplos de eso son sus obras: “Le chant des oiseaux” y  “La bataille” donde logra describir a detalle  tanto los cantos de las aves como las balas y cañones de una batalla.

Dentro de su enorme repertorio  se encuentra una belleza llamada “Ce moys de May”, Janequín toma un pequeño y sencillo verso francés  y lo viste de un encantador ambiente musical. La obra habla de un hermosa doncella que en un día de mayo se levanta feliz y se viste con una  falda del color de la primavera para poder encontrarse con su amado; el compositor crea una pequeña canción de baile en donde la falda, pero sobre todo el corazón de la joven, se mueven al compás de la melodía;  ella  imagina el maravilloso momento en  que se encontrará con su amado y podrán besarse. La obra es una pequeña joya llena de erotismo juvenil.

Así como la joven, las integrantes de SOLO 4 y suponemos que ustedes también, estaremos esperando hasta el mes de mayo para reencontrarnos con nuestros seres queridos, para volver a cantar juntos, tomarnos un café en nuestro lugar preferido, abrazarnos, reírnos y besarnos nuevamente.

Ya no será en abril, pero esperemos que para mayo podamos levantarnos con mucha alegría, con mucha solidaridad y con mucha unión. Y que el abrazarnos sea libre, gratuito e incondicional.

 

Araceli Pérez y Liliana Valadez.  6 de Abril del 2020